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DÁCIL CÁRDENES

La persona

Nací en la isla de Gran Canaria en enero de 1982 junto con mi hermana melliza, Fayna. Juntas, vinimos para revolucionar la casa.

Mi vida

Mi familia

Fayna y yo llegamos las últimas a una familia que tenía un inmenso deseo por crecer y formar una gran manada. A nuestra llegada nos estaban esperando con mucha ilusión y amor nuestros padres y nuestros dos hermanos mayores, Maribel de 7 años y Ancor de 2, por aquel entonces.

Mi madre

Mi madre procede de una familia humilde y migrante. Mis bisabuelos emigraron a Cuba donde nace mi abuelo Gaspar, que regresa a la isla y se dedica a la carpintería. Mi abuela, una mujer sencilla y trabajadora, fue ama de casa, y fallece cuando mi madre tenía sólo 9 años. Mi madre dedicó gran parte de su vida a la docencia en educación primaria, aunque su verdadera vocación fue la de enseñar y cuidar de sus cuatro hijos. Actualmente está jubilada y vive junto a su perra muy cerca de mis dos hermanos mayores en la isla de Gran Canaria. Y sigue, ahora como abuela, con su vocación de cuidados con sus 5 nietos.

Mi padre

Mi padre, era un hombre ciego. Nació en una familia de campo de un pueblo del centro de la isla llamado Valleseco. Conoció a mi madre en la Universidad donde ambos estudiaban. Gracias a la perseverancia de mi padre y a la ayuda de mi madre, pudo licenciarse en Filosofía y ser profesor en un instituto de secundaria hasta su jubilación. Por su ceguera y su necesidad de independencia, siempre hemos convivido con perros guías. El primero fue Príncipe, un perro lleno de fuerza y nobleza, luego Candy, todo amor y cariño. Después Grechen, una perra que era pura vitalidad e irreverencia, con ningún perro mi padre se dio tantos golpes. Por último, Lito, un perro suave, lleno de paz y serenidad que acompañó a mi padre gran parte del final de su vida. Mi padre fallece en agosto de 2020.

Mi infancia

La mayor parte de mi infancia la pasé en la playa, en la orilla del mar jugando con mis hermanos, conviviendo con la arena, el salitre y el olor a mar. Aprendiendo de las mareas, de la flora y fauna marina y de la influencia de la luna. Así como descubriendo las peculiaridades de la tierra volcánica a la que pertenezco, llena de fuego y vida. Todavía, a día de hoy, cuando siento una brisa de aire me transporta a mi tierra y al recuerdo de los vientos Alisios, siempre presentes en ella.

Ampliando horizontes

Una de mis pasiones siempre ha sido la libertad y la búsqueda de nuevas fronteras. Con 20 años vine a Madrid de vacaciones a visitar a mi hermana melliza que estudiaba danza contemporánea y magisterio. La ciudad y sus posibilidades me fascinaron, y decidí quedarme a vivir aquí ese mismo verano.

Antes de terminar mis estudios me tomé un tiempo para viajar y conocer diferentes países y culturas. Viajé durante meses con una mochila por la India y Nepal, donde subí a montañas de casi 5000 metros en el Himalaya, otra de mis grandes pasiones. También estuve en Siria y Turquía, en lo que eran hace 20 años. A mi regreso terminé la Licenciatura en Psicología Clínica mientras trabajaba como secretaria a media jornada. Inicié mis estudios universitarios en la Universidad Nacional de Educación a Distancia y los terminé en la Universidad Complutense de Madrid.

Hace ya 15 años, en la cola de facturación del aeropuerto de Madrid Barajas, de camino a Reino Unido a estudiar inglés, conocí al que hoy es mi marido. Vivimos junto a nuestro perro Leco, un pastor alemán precioso, en la Sierra oeste de Madrid, donde el trabajo con las manos, la lectura y los paseos por la montaña son de nuestras actividades favoritas.