Simultáneamente con mi trabajo como secretaria y el primer curso de carrera comencé mi formación como psicoterapeuta Gestalt, que fue el inicio de otras muchas formaciones continuas que vinieron detrás y que siempre han estado presentes a lo largo de mi ejercicio profesional.

Una especialización en resolución de conflictos familiares y de grupo. Psicoterapia humanista e integrativa, profundización en teoría del Eneagrama, formación en el trabajo con parejas y adolescentes. Formación en el acompañamiento en el proceso de morir y el duelo, así como en Compasión y Mindfulness.

Por último, la psicoterapia enfocada en el trauma es mi formación por excelencia. Gracias a los avances científicos en neurociencia de la última década se han dado explicación y respuesta a múltiples cuestiones de la Psicología, dando un marco neurofisiológico a la intervención que permite llegar a estratos profundos en la sanación emocional.

Todo ello, junto con mi práctica en meditación y mindfulness, me ayudan a abordar mi profesión con una amplia mirada, profunda y llena de matices.